Diario Financiero

Reflexiones sobre una nueva formación en Ingeniería: lo social por delante

La ingeniería siempre ha tenido un papel clave en el desarrollo y bienestar de la humanidad. Y esa responsabilidad es más relevante que nunca, sobre todo considerando las urgencias climáticas, alimentarias e industriales que vive el mundo en la actualidad.

Precisamente, frente a estos desafíos, debemos preguntarnos cómo cambia nuestro rol; somos formadores de las futuras generaciones de ingenieros e ingenieras, y debemos asegurarnos que éstos y éstas sean capaces de idear soluciones para retos locales y mundiales cada vez más complejos.

Es fundamental relevar tanto el rol como el impacto de la ingeniería al desarrollo de la sociedad. Debemos acercarla a más niños, niñas y jóvenes, y mostrarles que la ingeniería del futuro no sólo se encargará de desarrollar nuevas tecnologías, por ejemplo, sino que también potenciará la creación de nuevos métodos que permitirán a las personas seguir obteniendo los recursos que necesiten, pero sin poner en riesgo el planeta. Debemos hacer un llamado a los futuros y futuras ingenieros e ingenieras a prepararse para enfrentar la Cuarta Revolución Industrial, aquella que se basa en el desarrollo de avances

como la inteligencia artificial, el internet de las cosas, la robótica y el desarrollo de sistemas de producción sostenibles, siempre destacando que el desafío principal para nosotros y nosotras, y para estas y las siguientes generaciones que se dediquen a la Ingeniería, será el de lograr el equilibrio entre la modernidad y la naturaleza.

Hoy, nosotros, en nuestro rol de formadores, ya hemos anticipado este escenario y nos hemos preparado para responder a las necesidades de nuestra comunidad, tanto localmente, como a nivel regional. Por esto hemos considerado dentro de nuestro plan estratégico, los Objetivos de la Agenda 2030, porque nos interesa aportar soluciones en materias como: alimentos, agua, energía, medio ambiente, ciudades sostenibles, resiliencia ante desastres naturales, mejoras en el crecimiento económico, potenciando espacios de multidisciplina y a la vez incentivando la igualdad de género en todo ámbito.

Sabemos que cada uno de estos desafíos deberá estar acompañado de un fuerte componente ético, porque un desarrollo sostenible y en equilibrio sólo será posible si está basado en una combinación de principios individuales, profesionales y de responsabilidad. Por esta razón, es esencial contar con una visión estratégica de largo plazo, que tenga en cuenta y valore los impactos económicos, ambientales y sociales. Ese es nuestro horizonte como formadores de los y las ingenieros e ingenieras del futuro.

Los impactos, los entornos, la eficiencia, la mirada puesta en la optimización de recursos, las energías que se van a emplear, la sostenibilidad. En todas estas aristas, los ingenieros e ingenieras deberán trabajar fuertemente y desarrollar innovaciones y propuestas de alto impacto. Nuestra expectativa es que antes del año 2030 ya nos encontremos en la etapa de transferencia de soluciones para cada ODS, porque entendemos que nuestra profesión es vital para abordar las necesidades humanas básicas, aliviar la pobreza, promover un desarrollo seguro y sostenible, responder a situaciones de emergencia, reconstruir infraestructuras, cerrar la brecha del conocimiento y promover la cooperación intercultural.

La Iniciativa de Ingeniería de la UNESCO está abordando esta preocupación y desde las universidades estatales y públicas, como lo es la Universidad de Santiago de Chile, afirmamos el compromiso de promover y concientizar a nuestra comunidad educativa en materias de desarrollo sostenible, con el objetivo de desarrollar hoy a aquellos profesionales que transformarán el mañana.

DÍA DE LA INGENIERÍA

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2022-05-15T07:00:00.0000000Z

2022-05-15T07:00:00.0000000Z

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