LAS OPORTUNIDADES QUE VIENEN CON LA LLEGADA DE LAS REDES DE QUINTA GENERACIÓN

La Subtel espera que la tecnología esté implementada este año, mientras que en el mercado estiman que con su mayor conectividad y velocidad, se generará un crecimiento de 0,5% en el PIB nacional y un mayor desarrollo a nivel país.

Ainicios de este año, se recaudaron US$ 450 millones en las licitaciones para la implementación de las redes de 5G en el país. Ahora, lo único que falta es el proceso administrativo con las empresas ganadoras. “Esperamos esté finalizado en los próximos meses con los decretos de adjudicación, y así, el 5G sea una realidad en 2021”, comenta Pamela Gidi, subsecretaria de Telecomunicaciones.

Este avance se transforma en todo un hito para las comunicaciones, sino que también permitirá dar saltos importantes hacia el desarrollo. “Mejorará sustancialmente el alcance de la tecnología móvil, proveerá a la ciudadanía nuevas y mejores herramientas para trabajar de manera más colaborativa, optimizará los tiempos de traslados y mejorará la calidad de vida de los ciudadanos”, indica Gidi, destacando que, con ello, habrá un impulso en el desarrollo del Internet de las Cosas, el Big data, el Machine Learning y varias nuevas industrias que se crearán bajo el alero de la nueva economía digital del país 4.0.

La vicepresidenta de Sustentabilidad de WOM, Mariana Soto, comenta que la implementación de esta tecnología generará un un incremento del 0,5% en el PIB al año, “lo que permitirá un impulso importante para la reactivación de la economía gracias al impacto que tendrá en las industrias y en la generación de nuevos empleos”, en industrias clave como minería, acuicultura y agricultura, que se verán beneficiadas por la automatización de los procesos. “Por otra parte, ayudará a una descentralización digital, contribuyendo a mayor equidad gracias a una mejor cobertura, permitiendo el desarrollo local de las comunidades”, dice.

Enzo Zunino, country manager de Ericsson Chile, indica que la digitalización será un factor principal en la transformación económica con 5G, permitiendo la masificación del Internet de las Cosas en las industrias. “Según nuestro Business Potential de Ericsson para Chile, para 2030 esperamos que los ingresos estimados de digitalización en nuestro país alcancen aproximadamente US$ 12,6 mil millones. Y de esa cifra, se estima que US$ 4,9 mil millones corresponderán al potencial de generación de ingresos que la red 5G genere en Chile durante esta nueva década”, afirma.

Coincide Pablo Arnuncio, socio de Consultoría en Transformación de EY: “Esta dicha tecnología debería traer una gran mejora en industrias claves para el país, como es una mayor eficiencia y seguridad en la industria

de la minería, las oportunidades que se abren en el mundo de la salud, facilitando la telemedicina, y el control y asistencia de pacientes crónicos y ancianos y el impacto en otros sectores clave para el país como pueden ser el retail y las administraciones públicas, acercando los trámites a los ciudadanos”.

Las oportunidades de crecimiento también se darán al interior de los hogares incentivando el uso de objetivos interconectados inteligentes, afirma Gabriela Álvarez, directora ejecutiva de Accenture Interactive. “El 5G actuará como un potente consolidador, ya que aporta muy baja latencia, alta velocidad y amplia capacidad de datos, conectando los dispositivos directamente a una red. Estas capacidades pueden consolidar el acceso y el tráfico de datos del hogar en un único canal de transmisión inalámbrica, lo que permite que los servicios alcancen una calidad mucho mayor”.

Desafíos: inversión y seguridad

Para que todo ello sea posible, hay que abordar desafíos importantes como la inversión en la nueva red. “Es clave crear la demanda de servicios y soluciones que permitan rentabilizar la inversión en el despliegue de red y en la capacidad de la misma”, indica Rodrigo Ramírez, presidente de la Cámara Chilena de Infraestructura Digital, indicando que aún sigue la interrogante de cómo implementar de manera inmediata la infraestructura para activar la usabilidad de la nueva tecnología.

“Los permisos para instalar una antena en las distintas comunas del país demoran, en promedio, 15 meses en estar aprobados. Con estos plazos, una red de alta velocidad conectada y de impacto real no estaría activa antes del año 2022 y, de haberla, será en aquellas comunas donde se entienda que la digitalización es parte del desarrollo territorial”, precisa Ramírez.

Otro punto a abordar es la seguridad en su uso, dice Álvarez, un ítem que, de acuerdo a la última versión del estudio de Accenture Techvision, constituye una inquietud para las empresas.

“La única preocupación que ha crecido en el último año es la amenaza que 5G representaría para la seguridad. De esa forma, actualmente el 35% se preocupa por ese punto, mientras que un 31% por las inversiones que requiere su implementación y 26% de la preparación de los empleados para nuevas formas de trabajar”, detalla.