Diario Financiero

Cómo cuido mis lucas

En nuestra sección de finanzas personales, contamos sobre el repunte accionario en Estados Unidos y sobre la popularidad del oro en tiempos inflacionarios.

En las oficinas de Pipoll hay olor a café tostado. Abundan las tazas en las mesas y las cafeteras no paran de sonar. Todos son fanáticos de esta bebida y hay una explicación. El año 2006 el CEO de la firma, Diego Vallejos (40), se fue a mochilear a Nueva Zelanda. Para vivir, empezó a limpiar mesas en un local de especialidad de la zona. Con el tiempo lo ascendieron a mozo, pero miraba con cierta envidia cómo el barista armaba las preparaciones.

Un día, su jefe le pidió que le sirviera un flat white (café con leche). Lo hizo bien. Y se hizo costumbre. Después de 10 degustaciones, su superior le dijo: “estás listo para ser barista”. Vallejos, entonces recién egresado de ingeniería civil de la Universidad de Chile, estuvo cerca de ocho meses trabajando en esto. Se convirtió en un fanático.

Y ha esparcido este hábito en su actual oficina. A tal nivel, que el CTO, Joaquín Jarufe, desarrolló un bot de Slack en el que todos los empleados pueden solicitar un café, y éste dice automáticamente quién es el encargado de hacerlo. “Los asados de fin de año son con baristas especializados y cada evento importante es alrededor de esta bebida”, afirman.

La startup de recursos humanos Pipoll (juego de palabras entre personas y encuestas en inglés) no tiene nada que ver con el grano de origen africano, pero sí está relacionada con bots, datos e inteligencia artificial. “Es una plataforma que nació para que las empresas puedan sacar lo mejor de cada persona y generar ambientes productivos y de alto rendimiento. Mide clima organizacional o la cultura de las empresas y a través de métricas que va levantando desde las mismas personas, permite ir teniendo noción de aquellos asuntos, y levantar alertas sobre aspectos a los que hay que poner atención”, afirma el CEO.

En marzo entraron al programa de Platanus Ventures y recién levantaron una serie de US$ 200 mil. Algunos de sus inversionistas son: el fundador de Colegium, Ariel Gringaus, de Solarity, Horacio Melo, de Recorrido, Julián Deutschle, y de la tienda de ropa Pippa, Joaquin Benavente. Además entraron dos managers de empresas tecnológicas globales, Sebastián Carmona y Gonzalo Bernstein. Ya trabajan con 100 colegios. Entre ellos el Villa María Academy, Cumbres, los San Ignacio, San Benito, San Anselmo y la red de colegios SIP. Además, entre sus clientes tienen tres startups aceleradas por YCombinator y la consultora Bain.

El primer exit

Diego Vallejos y Alberto Garrido (CMO) se conocieron en Aptus, la fundación educacional de Reinaldo Solari y la SIP. El 2009 desarrollaron un producto escalable para tomar pruebas que les permitió pasar de 20 colegios a trabajar con 400. En 2011 Vallejos se fue a hacer un máster en educación a Harvard y Garrido, también ingeniero, partió el 2013 a estudiar un máster en políticas públicas en Chicago. Sin embargo, quedaron de armar algo a la vuelta.

Hicieron consultorías educacionales junto al hoy rector de la facultad de educación de la Universidad de Los Andes, Ignacio Yáñez, y el 2015 fundaron Radar Escolar. Una plataforma de big data con encuestas para gestionar la cultura escolar de los colegios. Llegaron a trabajar con

230 instituciones educacionales y el 2021 se lo vendieron a Colegium.

Al mismo tiempo, se reunieron en el café Green Roaster con dos de sus mejores desarrolladores de software y les ofrecieron ser socios y fundar Pipoll. Sebastián Jarufe (30) pasaría a ser CTO e Ignacio Acevedo (27) COO. Junto a casi todo el equipo de Radar postularon a Platanus Ventures y quedaron. A pesar de tener experiencia en startups, creían necesario entrar a este ecosistema y generar nuevas redes. Además de recibir los US$ 100 mil por el 7% al entrar al programa.

“Siempre tuvimos la mirada de que el factor que nosotros queríamos lograr con Pipoll, que es sacar lo mejor de cada persona y lograr un ambiente ultra estimulante de trabajo, se refleja muy bien en todas las startups que están acá. Entonces para nosotros no era solamente vamos a hacer esto a partir de lo que nosotros sabíamos, sino que además vamos a ir polinizando esta información, esta capacidad con todos los demás para hacer este un producto que sea de clase mundial”, destaca Garrido.

¿Cómo funciona?

“Es un doble click de los recursos humanos”, afirman. “Si las áreas de RRHH se preocupan de las partes más administrativas, nosotros estamos en el mundo del desarrollo organizacional. Y dentro de esto hay un paso más, que es el futuro del trabajo. Y queremos estar ahí”, agrega el CEO. Gracias a sus bot de Slack, que constantemente están haciendo preguntas a los colaboradores de las empresas, se puede saber si hay un grupo de personas que piensa en irse y cómo está la colaboración, la diversidad, equidad e inclusión. Entre otras cosas. A este se le puede hablar de manera anónima o con nombre.

Todos estos datos se sistematizan para que las áreas encargadas puedan utilizarlas. “La idea es simplificar el trabajo a los jefes y mejorar la cultura laboral”, destaca el CMO.

Además, tienen un instrumento de 12 preguntas que -dicen- logra predecir cómo se comportaría la organización entera en ciertos temas. “Por lo tanto terminamos diciéndole a la gente, dada la información que hasta el momento podemos recopilar, ‘nos dimos cuenta que a lo mejor en estos tres temas te conviene profundizar’”. Creen que muchas empresas logran tener mapeadas las necesidades de sus colaboradores, pero de manera análoga, a un costo muy alto y con un desgaste enorme. Con su tecnología pretenden hacerlo más fácil. Las empresas o colegios (que funcionan con la misma tecnología, pero recopilan información de otras formas) pagan una suscripción mensual por colaborador, que disminuye a medida que aumente el número de suscritos.

La ronda fue liderada por Genesis Ventures, venture capital ligada a Rodrigo Castro y Andrés Meirovich. La startup chilena, que automatiza el proceso de cambios y devoluciones de e-commerce, invertirá en el desarrollo de nuevos productos para ser una súper app de servicio al cliente.

En junio Benjamín Santa María -CEO de Reversso- se instaló en Ciudad de México para establecer ahí su centro de operaciones, oficinas, y potenciar el negocio. En esa ciudad la plataforma de devolución online subía con fuerza: el último mes creció 45%.

La apuesta fue acertada. Esta semana la startup concretó un levantamiento de capital de US$ 1,1 millón, ronda que fue liderada por Genesis Ventures, firma de Venture Capital ligada a Rodrigo Castro y Andrés Meirovich. También ingresó a la propiedad Hero Capital (VC liderado por Cristian Tala y Nicolás Ulloa), Grupo Prisma (family office de la familia Claro) e inversionistas ángeles como Matt Brown (general partner de Prodigio Capital, VC de Silicon Valley) y Alan Weschler, quien invierte en Reversso por segunda vez.

La firma -que fue fundada por Santa María, su hermano Clemente (COO) y Benjamín Regoneso (CTO)- tiene su origen en el 2019. Sentados en el living de su casa, los hermanos -ambos ingenieros comerciales de la Universidad Católica- llegaron a la conclusión de que el sistema de devoluciones y cambios en el retail necesitaba una solución urgente. No solo de cara al cliente, sino porque la gestión interna de las empresas estaba siendo un caos.

Benjamín (31) llevaba un año y medio trabajando en el control de gestión y estrategia del servicio de e-commerce de Levi´s. Según el ingeniero, cada operación se hacía de manera manual y requería pasar por todos los departamentos de la empresa: desde el inventario hasta finanzas, incluido el courier que se hacía cargo de los despachos. “El problema de las devoluciones, la trazabilidad de los productos y el control efectivo de lo que los clientes recibían, era muy grande”, dice.

Por su parte, Clemente trabajaba en CMR Falabella a cargo de la fidelización de usuarios. Decidieron armar algo en conjunto para solucionar este asunto: se propusieron cambiar las reglas del juego del retail latinoamericano. En paralelo conocieron a Benjamín Regonesi (28), ingeniero civil de la UC con experiencia como desarrollador de softwares en Haip, una plataforma de marketing de influencers. Se sumó al equipo y crearon Reversso: lo definen como una solución plug and play que integrara plataformas de comercio electrónico, empresas de logística inversa y medios de pago, para automatizar de principio a fin el proceso de cambios y devoluciones de e-commerce.

Hoy tienen clientes en Chile, Perú, Colombia, Brasil, Argentina y México. Este último fue el foco de la ronda.

La aplicación ya se puede descargar directo en los marketplaces de Shopify o VTEX, o integrar en minutos en la plataforma de ventas de la tienda. El software entrega soporte al cliente final, genera de manera automática etiquetas de logística inversa, retiros a domicilio y reembolsos de dinero. Su foco tecnológico justamente ha estado en reducir los reembolsos y retener a los clientes, facilitando el proceso de cambio de productos.

Siguiente paso: devoluciones sin riesgo

Queda mucho camino por recorrer en cuanto a cultura de servicio al consumidor en Latinoamérica, señala Benjamín Santa María. “Todavía cuesta que las tiendas confíen en sus clientes. Para eso, Reversso se está adelantando al proceso de revisión y control de calidad de los productos”, explica. El nuevo servicio estará enfocado en solucionar el problema antes de que el consumidor devuelva los productos, sin riesgo para las tiendas.

Los recursos frescos de esta ronda de financiamiento se destinarán a mejorar el algoritmo propio de scoring de riesgo de devoluciones que ya han construido. Esto permitirá a la plataforma tomar decisiones automáticas, ante una solicitud de reembolso o cambio, y ante cualquier eventualidad, Reversso responderá, eliminando el riesgo para las tiendas.

Este nuevo servicio ya está en el mercado y ha tenido muy buena recepción de parte de nuestros clientes, tanto en Chile como en México, comentan los socios. Ahora, para llevarlo al siguiente nivel, “invertiremos con foco en tecnología y talento para que esta experiencia automatizada de devoluciones esté presente en todas las tiendas de Latinoamérica”, señalan.

No fue un buen primer semestre para Wall Street, pero sí podría ser un buen segundo. Eso se escucha, cada vez más fuerte, en el mercado norteamericano.

Durante la primera mitad del año los principales índices cayeron más de dos dígitos, lo que llevó a que los inversionistas apostaran por activos menos riesgosos. La caída en los mercados comenzó, entre otras cosas, por el agresivo aumento de tasas por parte de la Reserva Federal y las perspectivas bajistas de las empresas en cuanto a sus utilidades.

Pero en julio la situación comenzó a cambiar. De hecho, se trató del mes con mejores resultados desde noviembre de 2021: el Nasdaq-100, por ejemplo, creció 12% en ese mes, mientras que el S&P 500 un 9% y el Dow Jones un 7%.

“Es contraintuitivo ver a los mercados marcar su mejor mes del año justo cuando EEUU entra en recesión técnica. Sin embargo, es la mejor manera de recordar que esta industria se anticipa y que estas noticias ya estaban integradas en los precios”, dice Francisco Verdugo, socio de DVA Capital. Y agrega: “Ver un rebote de esta naturaleza es normal en un entorno donde el S&P 500 y el índice que mide el mundo accionario completo (MSCI ACWI) se habían corregido 23,5% y 23% respectivamente desde sus máximos de hace unos meses”.

Con este repunte, la alternativa de invertir en el mercado accionario de EEUU volvió a crecer en los círculos de inversionistas. Si bien los resultados anuales de los principales índices todavía están en números rojos, los expertos proyectan que el segundo semestre podría ser más auspicioso. Acá, diversos analistas entregan sus proyecciones.

¿Es tiempo?

“Sin duda es un momento atractivo para invertir debido a la fuerte corrección que han experimentado la mayor parte de mercados a nivel global”, dice Benjamín Castillo, estratega de mercados de XTB Latam. “De momento, los riesgos se están disipando y estabilizando, por lo que mejoran las perspectivas en cuanto a lo que podría ser el crecimiento para el mundo de las inversiones en el futuro”.

Por su parte, Verdugo afirma que “es una buena noticia que las

Para invertir en oro, no es necesario tener mucho dinero o mover cargamentos de lingotes a una bodega subterránea. La tecnología se ha encargado de facilitarle la compra de este antiquísimo activo financiero a quienes deseen cubrirse de olas inflacionarias y conflictos bélicos.

La pregunta que surge es cuáles son los distintos métodos de adquisición y cómo se proyectan los precios a futuro de este metal precioso.

Al cierre de esta nota, el oro se cotizaba en los US$ 1.791 la onza, muy lejos de los US$ 2 mil alcanzados poco después de la invasión rusa de Ucrania. Pero también exhibe un repunte desde los US$ 1.696 registrados en julio.

Según un informe de Bank of America, la onza del metal dorado podría volver a los US$ 2 mil hacia el último trimestre de 2022, aunque no todo el mundo está de acuerdo con esto.

Por qué oro

Lo primero es conocer la lógica detrás de este tipo de inversiones. El fundador y presidente de Áurica, Felipe Muñoz, prefiere catalogar la compra de oro como un método de ahorro, o bien un resguardo del patrimonio.

“Este no renta al alza o a la baja como las acciones, sino que en el largo plazo se valoriza más que la inflación, de modo que es un excelente refugio contra ésta”, explica.

Juan Cristóbal Ciudad, analista senior de mercado e industria en Plusmining, señala que “si bien el oro tiene usos industriales en joyería y tecnología, su mayor demanda corresponde a su uso como activo financiero, dado su rol como reserva de valor en momentos de incertidumbre económica y geopolítica”.

El analista de inversiones de Fintual, Ronald Tichauer, señala por otro lado que la función del oro como refugio contra la inflación no ha sido tal en los últimos meses, donde el valor del mineral se mantiene bajo, pese a la persistente alza de precios a nivel global.

Para Ciudad, potenciales alzas a futuro dependerán de dos factores. En primer lugar, “que no se aceleren los aumentos de tasas por la Fed y que el dólar no siga fortaleciéndose, lo que es posible debido a la actual ralentización de la economía estadounidense”.

En segundo lugar, “que los riesgos geopolíticos se mantengan altos, incentivando a los agentes a buscar refugio en este metal precioso”.

Tichauer manifiesta, por su parte, que “nada permite anticipar que el precio del oro vaya a subir o bajar en lo que queda del año ni en cualquier período de tiempo”.

Muñoz reporta que la situación de incertidumbre que se vive en Chile ha sido un “potente motor” para la demanda de oro a nivel nacional.

“Los precios en Chile están muy convenientes, tanto por la baja en el precio del metal como por la intervención en el mercado cambiario, lo que se traduce en productos mas baratos que a fines del primer trimestre de este año”, complementa.

Métodos de compra

Las opciones para comprar oro son variadas y los expertos dan cuenta del papel que juegan las nuevas tecnologías en acercar este activo al inversionista retail.

Tichauer indica que, además de comprar barras o lingotes en una joyería, está la alternativa de ingresar a un fondo transado en bolsa (ETF, sigla en inglés) que se encuentre respaldado en oro físico.

“Entras a un fondo que compra oro y eres dueño de una parte sin hacerte cargo de resguardarlo, comprando en menor cantidad y vendiéndolo más fácilmente”, apunta Tichauer.

Desde Áurica, Muñoz informa que el oro se puede comprar físicamente con ayuda de un agente que lo almacena en bóvedas en el extranjero.

También da cuenta de un método respaldado en tecnología blockchain que consiste en adquirir “oro digital”. Técnicamente son stablecoins -criptoactivos con respaldo en activos tradicionales- indexadas a cantidades específicas del mineral.

“En definitiva, los tokens democratizan el acceso al metal, al poder adquirir cuotas más pequeñas que las disponibles en el mercado físico”, sostiene el ejecutivo.

A esto agrega que también está la adquisición de oro Pool. “Se compran gramos de una barra de mayor tamaño, de modo que los costos asociados son menores, pues éstos se reparten proporcionalmente entre los dueños de la barra. Este es un mecanismo muy utilizado en Norteamérica y Asia”, dice Muñoz.

Ciudad añade que “una opción adicional para tener exposición al oro es invertir en acciones de empresas focalizadas en la producción de este metal. De esta forma se captura el aumento del precio del metal, pero además la creación de valor por descubrimiento de yacimientos o por fusiones y adquisiciones”.

Como recomendación general, Muñoz indica que hay que proveerse de un actor reconocido y adquirir productos acuñados por casas de moneda de gobiernos confiables, o bien refinerías con acreditación de la London Bullion Market Association (LBMA), que es el principal organismo que fija los precios del mercado internacional de metales preciosos.

¿Y la plata?

“A pesar de ser un metal precioso, la plata tiene un mayor componente de demanda industrial. No obstante, ha seguido la misma evolución descrita antes para el oro y que en términos muy generales es la misma que están siguiendo los metales. Esta evolución corresponde al comportamiento habitual cuando el ciclo económico es de menor actividad y hay mayores tasas de interés”, comenta Ciudad.

Por su parte, Muñoz sostiene que “la plata es muy interesante, pues es un metal precioso que actualmente está subvalorado”. También indica que la relación histórica entre ambos metales es la siguiente: aproximadamente 16 onzas de plata permiten comprar una onza de oro, un ratio que en pandemia se elevó a 125.

“Ni en pandemia ni en los eventos posteriores la plata alcanzó su máximo histórico, por lo que su precio aún tiene mucho techo por crecer, más aún si consideramos el futuro de la electromovilidad, la generación de energía solar, todas tecnologías que una vez terminado el bajo crecimiento mundial aumentarán su demanda industrial para estos fines y consecuentemente su precio”, concluye.

El escenario parece difícil y hay noticias de que el venture capital se ha secado. Pero no es del todo cierto. No acá en Londres, que ha crecido para convertirse en el segundo hub de venture capital. Quizás sean los inversionistas particulares y ocasionales los que estén más reacios, pero no quienes nos dedicamos exclusivamente al capital de riesgo. El dinero está ahí para las startups que valgan la pena.

Y no hay solo fondos privados, también hay muchas iniciativas y programas fundados por ONGs y gobiernos. Yo participo en varios: Accelerate Cambridge (programa de mentoría), Global Entrepreneur Program (del gobierno británico para traer startups a radicarse en el país), y Accelerate 2030 (con el respaldo de la ONU para internacionalizar startups de países emergentes).

Aunque hay diferencias, según el programa para el que esté trabajando, hay características en común que busco en una startup ya sea para invertir o asesorarla para su expansión.

Lo primero que quiero ver es una presentación, ahí determino si hay potencial. Luego viene la primera llamada. En esa instancia busco conocer al equipo fundador. No me interesa alguien que dice: “Tenía problemas para resolver el cuidado de mis niños y por eso inventé esta app”. Me interesa alguien que o tenga experiencia en la industria en la que quiere entrar o que haya hecho investigación y ahora quiera monetizarla. Lo que quiero ver es alguien con conocimientos y capacidad técnica.

También quiero ver a un fundador que ha hecho la tarea. Todo fundador debería tener una lista de al menos 20 personas clave en su industria: competidores, inversionistas, fondos especializados, académicos. Tener sus datos, seguir en lo que están trabajando, e incluso interactuar con ellos en las redes sociales.

Otra cosa importante es el mercado, el nicho al que apuntan. Por eso me gusta trabajar con emprendedores latinoamericanos, porque muchos están inspirados en los problemas que queremos resolver: cambio climático, acceso a salud, educación, etc. Si es alguien que quiere crear otro marketplace, no me interesa tanto.

Creo que hay un potencial de talento enorme en Latinoamérica, porque dado que la industria de venture capital no está tan desarrollada como en el Hemisferio Norte, los emprendedores son más resilientes y han aprendido a hacer más con menos. También están hambrientos por recibir ayuda.

Eso me interesa y también que el fundador esté interesado en dejarse asesorar. Eso es importante. Si es un arrogante, que cree que las sabe todas, bien, que lo haga él solo.

Lo otro que busco es cuál es la solución que ofrece la startup. ¿Es el problema que buscan resolver lo suficientemente grande? ¿Cuán innovadora es la solución que ofrecen? Cuando escucho la presentación, busco ver que el equipo fundador tenga claro cuál es el escenario de competencia, quién hace qué, por qué, cuál es el rango de precio que aceptarían los consumidores, y ojalá alguna prueba real, ya con pagos.

Por último, me pregunto cuál es el valor que puedo aportar y si se alinea con mis intereses.

Pero antes de buscarnos, ya sea asesores o inversionistas, creo que lo importante es que los fundadores escuchen, aprendan. Participa en webinars, seminarios, todo lo que te ayude a aprender de otros y sobre el mercado y la industria en la que quieres entrar.

Un error común es apresurarse. Querer crecer, internacionalizarse muy rápido y, en el proceso, perder mucho tiempo en ello. Internacionalizarse tiene ventajas. Por ejemplo, la valoración de tu empresa puede multiplicarse en cinco veces, y con ello atraer más inversionistas. Es el caso de la chilena Copptech, que se mudó este año a Inglaterra. Pero también hay que tener en cuenta que internacionalizarse tiene costos, para comenzar, tú como fundador, deberías trasladarte con la empresa. Si una startup busca capital en Reino Unido, por ejemplo, y el fundador y la matriz no están aquí, no va a suceder.

En el caso de programas o fondos orientados a internacionalizar o hacer crecer emprendimientos, lo mejor es mostrar resultados.

Pero es un error pensar que no estamos dispuestos a correr riesgos. Por ejemplo, en nuestro fondo, hemos tenido dos o tres salidas exitosas. Pero las otras siete fracasaron. Nos interesa tener un par de blockbusters, las que llamamos funding turners, pero sabemos que las demás puede que no lo consigan. Es más, la tasa de fracaso entre la Serie C y la Serie E es muy, muy alta.

Por eso creo que es importante no apresurarse. ¿Has oído hablar del “lanzamiento de Google” o de Amazon? No, porque los emprendimientos evolucionan, crecen lento. No dejes tu trabajo hasta que estés listo, hasta que hayas probado tu modelo de negocio, hasta que veas potencial de crecer. No estoy de acuerdo con quienes dicen “déjalo todo” o “házlo o muere en el intento”. No, nadie debería morir intentándolo. Quienes dicen eso o nunca han emprendido o tienen una amplia red (financiera) de soporte.

En general, si necesitas tener un salario para vivir, deberías dar tiempo para la transición, porque la verdad es que emprender te costará más y te tomará más tiempo del que esperas; y si no puedes pagar tus cuentas, si no puedes llegar a fin de mes, ahí es cuando te vas a ver tentado a tomar malas decisiones de negocio, de financiamiento y de inversionistas.

Mucho ojo con la prisa por levantar capital. Entre más temprano lo hagas, más baratas vas a entregar tus acciones. Busca el mejor inversionista que puedas encontrar, eso es más importante que la valoración que alcance tu empresa. Si consigues un gran inversionista en la ronda B, conseguirás mejores en la ronda C. Es mejor esperar, buscar apoyos en programas o becas, hasta lograr atraer al inversionista que quieres. Tienes que pensar que es más fácil divorciarse que deshacerse de un mal inversor a menos que él se quiera ir. ¿Qué señales te deben alertar? Inversionistas que demandan muchas cláusulas que les aseguren su dinero o que demanden demasiada participación. No entregues más del 15%-20% en tu primera ronda, máximo. Además, piensa bien en el capital que quieres levantar, tiene que ser suficiente para que te lleve hasta tu siguiente hito o etapa de crecimiento.

Un último punto, no tengas miedo al fracaso. La gran mayoría de emprendedores exitosos que conozco intentaron algo antes que no funcionó. Lo importante es que aprendieron.

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2022-08-07T07:00:00.0000000Z

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