Diario Financiero

Bienestar laboral emocional: más digital que nunca

POR DANIEL CABRERA, DIRECTOR DE RECURSOS HUMANOS DE CLARO CHILE

La empresa creció exponencialmente durante la pandemia. Pero, ¿qué pasará cuando las teleconferencias no sean (tan) necesarias? Mientras su fundador, Eric Yuan, avanza en un plan, concreta adquisiciones clave: en mayo de 2020 fue Keybase, empresa de encriptación de mensajes, en junio pasado compraron la

“Envíame un link de Zoom” es una de las frases que se popularizó con la pandemia. Zoom reemplazó los viajes, reuniones de negocios, pero también de amigos, familia y hasta llamadas telefónicas. Al cierre de 2019, año de su apertura en bolsa, reportaba unos 10 millones de usuarios diarios. La cifra se disparó a 300 millones hacia abril de 2020, en medio de la primera cuarentena.

Aunque los números varían, dos estudios del mercado, el de Datanyze y el de Email Tooster, colocan a Zoom como líder indiscutido a nivel mundial, con entre 40% y 51% de la participación de mercado, seguido a distancia por Meets, de Google.

Basta ver la evolución de su acción para concluir que la pandemia hizo de Zoom una de las empresas ganadoras en medio de la tragedia. El precio de los papeles ha subido 438% desde enero 2020, y alcanzó su mayor valor (US$ 559) en octubre pasado, cuando EEUU, su principal mercado, entraba a una segunda ola de cuarentenas. Su acción perdió casi 40% desde ese máximo en diciembre, cuando se aprobó la primera vacuna contra el Covid-19.

La dependencia de Zoom a la pandemia y cuarentenas no ha pasado desapercibida por los inversionistas. La acción ha tenido un volátil 2021, y está en terreno negativo en lo que va del año.

La última compra: Five9

Pero su fundador, Eric Yuan, tiene un plan. El primer paso fue adquirir Keybase en mayo de 2020. La empresa de encriptación de mensajes le permitió a Zoom ofrecer mejorar la seguridad, y ofrecer nuevos servicios como “salas de reuniones privadas” y eventos masivos. En junio, adquirieron la startup alemana Kites Gmbh, dedicada a desarrollar soluciones de traducción automática en tiempo real. La mayor adquisición, sin embargo, se concretó en la última semana, con la compra de Five9 por US$ 15.000 millones.

“Nuestros clientes, grandes empresas, nos señalaron que sería mejor si con Five9 ofreciéramos nuestros servicios en una sola plataforma. Hace sentido, porque somos firmas con culturas similares”, afirmó Yuan en una conferencia con analistas e inversionistas. Five9 aportará a Zoom la oferta de soluciones de call center y atención al cliente basadas en la nube.

Es parte del plan de Yuan de hacer de Zoom algo más que el reemplazo de las reuniones de trabajo, y convertir a la empresa en una plataforma de comunicaciones global.

En junio, celebrando los 10 años, Yuan presentó la Zoom postpandemia. Además de “Zoom meetings”, ahora ofrece nuevas herramientas para equipos híbridos (algunos en la oficina y otros en casa), plataformas para educación a distancia, webinars, eventos masivos, hardware (Zoom phone), y la posibilidad de que empresas desarrollen y vendan sus propias aplicaciones (Marketplace).

Una maratón

Cuando Zoom se preparaba a debutar en bolsa, Yuan planteó que su objetivo es conectar al mundo corporativo de la misma manera en que Facebook lo hizo con los consumidores. Es una tarea de largo plazo, “una maratón”, definió él mismo.

Nacido en la provincia china de Shandong, en 1970, Yuan tiene una historia algo distinta a la de otros CEOs de empresas del actual tech boom. Este matemático e ingeniero pertenece a la primera ola punto com. Fue en 1994, cuando un recién graduado Yuan escuchó a Bill Gates durante un evento en Japón. Microsoft aún no lanzaba Internet Explorer, pero Gates inspiró al joven ingeniero con su descripción de las promesas de la Internet. Tras ocho intentos fallidos, Yuan recién obtuvo una visa para ir a Estados Unidos en 1997. Su aventura en Silicon Valley comenzó con la startup de videoconferencias WebEx, luego adquirida por Cisco System. Frustrado por las negativas a su plan de transformar el servicio de videoconferencias, para hacer de su interfaz más amigable, y sobre todo móvil, decidió renunciar. Entre 2011 y 2013, fundó Zoom y lanzó el software, a pesar de las dudas de varios de sus inversionistas iniciales. En 2017, Zoom ya se había convertido en unicornio. La firma debutó a bolsa a un precio de US$ 36 y una valoración de mercado de US$ 9.200 millones. Hoy vale US$ 105 mil millones.

Descrito como amigable, austero y reservado, Yuan no tiene un alto perfil como otros CEOs de Silicon Valley. Después de todo, quién tiene tiempo para figurar en los titulares cuando estás corriendo una maratón.

Hace 16 meses la pandemia del Covid-19 llegó a Chile y con ella el confinamiento, el distanciamiento social, el trabajo remoto y una rutina que probablemente nunca imaginamos vivir. Como resultado, nos enfrentamos a un doble desafío: el de los colaboradores, que han debido llevar la oficina a sus casas, y el de las empresas, que han tenido que acelerar su transformación digital. De manera drástica, hoy vemos la necesidad de modificar nuestras formas más básicas de interacción. En este escenario, ¿es posible lograr cierto nivel de bienestar laboral emocional?

Para abordar este tema hoy es necesario considerar el componente digital. Es improbable que una persona pueda estar bien emocionalmente si no puede desconectarse cuando es necesario. No es una tarea fácil. De acuerdo al último Informe UC sobre los beneficios y consecuencias del primer año de teletrabajo en Chile, el 73,5% de quienes teletrabajan admiten que esta modalidad ha afectado negativamente su capacidad de desconexión, un reto que va más allá de la voluntad individual, donde las empresas deben asumir un rol activo y comprometido.

En ese sentido, debemos promover una vida profesional más significativa, con más niveles de bienestar social, personal y digital dentro del mundo laboral. Para ello es imperativo impulsar el uso consciente y responsable de la tecnología, donde las personas accedan a los beneficios que la conectividad entrega a través de un uso saludable, que les permita dedicar tiempo a hacer actividad física, entretenerse o compartir con sus familias y amigos.

La salud mental de las personas no debe ser un asunto a tratar a puertas cerradas, sobre todo en un escenario complejo como el actual. Un estudio de la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS) y el Centro de Encuestas y Estudios Longitudinales de la Universidad Católica, muestra que el 32,8% de las personas presentaron síntomas asociados a problemas de salud mental durante abril, seis puntos más que en la anterior medición, realizada en noviembre del año pasado. En ese sentido, además del rol activo de las empresas, podemos ver importantes retos para la autoridad en esta materia.

El trabajo demanda gran parte del tiempo vital de las personas, por lo que es indispensable generar ambientes laborales agradables y programas que contribuyan al bienestar mental y emocional. Hoy el desafío es continuar fomentando este tipo de acciones desde el ámbito digital. La buena noticia es que cada vez son más las compañías que han puesto este tema dentro de su agenda estratégica. Así, podemos decir que hace 16 meses la pandemia del Covid-19 llegó a Chile y abrió una oportunidad.

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2021-07-25T07:00:00.0000000Z

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